Aunque esto se puede ver muy poco, en algunas ocasiones hay empresarios que señalan que quieren hacer un despido disciplinario improcedente. ¿Sabes realmente que es eso? ¿Es legal hacerlo? ¿Qué consecuencias traería? Estos puntos como muchos otros te los aclararemos en el desarrollo de este artículo.
¿Qué es el despido disciplinario?
Se conoce como un despido disciplinario al tipo de despido que se lleva a cabo cuando un trabajador efectúa un grave incumplimiento y se encuentra culpable de algunas de las conductas que se encuentran plasmadas en el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores o en las pautas establecidas por los convenios colectivos que regulan las faltas en la entidad en la que labora.
¿Cuáles son los requisitos o las causas para un despido disciplinario?
Para que se lleve a cabo un despido disciplinario por parte del empleador a uno de sus trabajadores, se deben incurrir a algunas de las siguientes conductas:
- Incumplimiento grave de una de las reglas establecidas dentro de la entidad.
- Concurridas ausencias injustificadas.
- Embriaguez habitual.
- La violación de la buena fe contractual.
Sin embargo, se han visto escenarios en donde, por un motivo u otro, las entidades desean llevar a cabo el despido de un trabajador de manera disciplinaria pero a la misma vez reconocer la improcedencia en el momento en que se abona la indemnización que corresponde a raíz del despido, a esto es lo que se le conoce como despido disciplinario improcedente.
Esta práctica está completamente inhibida y puede traer consigo consecuencias bastante graves tanto para la empresa como para el mismo trabajador. Estas pueden afectar tanto en lo económico como en los beneficios a futuros que se puedan percibir (este último punto va dirigido a las empresas).
Escenarios a enfrentar por un despido disciplinario improcedente
La primera de estas consecuencias radica en que existe la posibilidad de que sea considerado el escenario en que la empresa y la persona trabajadora llegaron a un acuerdo de complicidad para el despido. Esto sería una infracción para la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social, específicamente en el artículo 23 lo cual acarraría una multa como sanción a la empresa que rondaría entre los 7.000 a los 225.000 euros.
Otra consecuencia sería que la indemnización no se encontraría exenta a pago de tributos, por lo que tanto la empresa como el trabajador deberán hacer el pago respectivo de impuestos por ella.
Así mismo, el trabajador podría verse privado del acceso a la prestación por desempleo y, en caso de que estuviera disfrutando de ella, tendría que devolver el dinero que recibió por este concepto.
¿Cómo hacer para poder reconocer la improcedencia en un despido disciplinario?
Cuando se haya hecho entrega de la carta de despido, la persona trabajadora debe presentar ante los servicios que le correspondan de conciliación, mediación y arbitraje lo que se conoce como papeleta de conciliación.
La persona trabajadora y la empresa van a ser citadas para el acto de conciliación, en este acto se podrá reconocer la improcedencia del despido ante el ilustrado conciliador, quien lo hará saber por medio de una documentación denominada “acta de conciliación”.
Dicha documentación no es más que un aval que certifica el acuerdo mutuo y protege a las partes involucradas (al menos que se compruebe un fraude) contra las posibles sanciones que puedan sufrir (las señaladas en el segmento anterior). Además, este pacto permite que la indemnización otorgada al trabajador quede completamente exenta de tributos.
Este pacto judicial se puede tramitar por medio del orden social, el cual se lleva a cabo ante el Letrado de la Administración de Justicia o ante un Juzgador, gozando igualmente de las mismas garantías que acabamos de mencionar.
Tomando esto en cuenta, esta es la forma idónea de reconocer la improcedencia de un despido disciplinario, y no haciéndolo en el mismo instante en el que se genera el despido.
¿Cuáles son los casos en los que se puede declarar un despido disciplinario improcedente?
Son distintos los motivos por los que se puede declarar improcedente un despido disciplinario, aquí te mostramos los principales:
- En caso de que no exista una causa para llevar a cabo el despido. Es decir, el trabajador no ha incumplido de forma grave.
- Porque el supuesto hecho no se encuentra tipificado de manera correcta.
- En caso de que el juzgador considera la sanción opuesta (despido) como una medida exagerada.
- Porque no hay como equiparar la proporcionalidad de la sanción con la conducta efectuada de manera individual por el trabajador.
- En caso de que no exista un cumplimiento formal al momento de comunicar el despido, como puede ser que el despido se haya realizado solamente de forma verbal o no se haya puesto a la disposición del trabajador su liquidación y finiquito.
¿Cuáles son las consecuencias que acarrea la declaración de un despido disciplinario improcedente?
En el momento de declarar como improcedente un despido disciplinario la empresa se verá en la obligación legal de abonar la indemnización correspondiente al trabajador. Si no, se procederá a la reincorporación en su puesto de trabajo.
Además, se puede clasificar de improcedente un despido disciplinario por medio de un trámite judicial. También a través del reconocimiento de la empresa en una sede administrativa o sede judicial. Pero nunca puede ser en el momento de realizarse el despido. En estos casos la persona trabajadora tiene todo el derecho de recibir la indemnización que le corresponde legalmente.
¿Puedo hacer un despido disciplinario improcedente?
La respuesta a ello es un no. Lo que sí se permite es hacer un despido disciplinario en donde el mismo sea reconocido por la empresa como improcedente o que sea declarado como improcedente por los juzgados.
¿En qué momento hay un despido disciplinario declarado como improcedente?
Estaremos frente a un despido disciplinario improcedente cuando el mismo haya sido declarado de forma firme por una sentencia.
¿Tienes alguna duda sobre los despidos disciplinarios improcedentes?
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